Descripción
Este es un libro para devorarlo con la misma fruición con la que los niños del Amambay saboreaban los frutos silvestres de “guavirami”, que crecían a lo largo de la ruta V que lleva a Pedro Juan Caballero. Es un texto amigable, mágico; una extensión de esa trama de neuronas, con sus dendritas y axones, que opera la memoria y sus destellos, en ese maravilloso misterio de la biología.