Descripción
Al escribir sobre Rauskin, el poeta argentino Santiago Silvester nos dice en el prólogo de Espantadiablos: … es la época, el inevitable presente, lo que se cuela entre los pliegues de sus asuntos poéticos: no quiere trabajar la materia heredada para eludir su tiempo, sino par insertarse en el con responsabilidad y mucha opinión. Es el «cantar opinando» de nuestro Martín Fierro, con los conflictos que se ven con sólo asomarse a la calle: por eso recorre bares, barrios populares, enumera oficios, denuncia injusticias y no tiene miedo de abrir sus poemas, de hacerlos porosos, para que por el deambule el viento.
Espantadiablos, es el tìtulo de su ultimo libro. Sería posible, siguiendo la huella que él mismo nos deja, ponerle cara a esos «diablos» que se propone espantar; pero lo más interesante, en todo caso, es que Rauskin los espanta con plena eficacia del lenguaje, con precisión y tino poético.