Descripción
«Antoine de Saint- Exupéry (1900-1944) nació en Lyon, Francia. En 1926 se convirtió en piloto comercial.
Antoine de Saint-Exúpery había sido leal con sus dos obsesiones: murió en un avión, tal como quería, y vive por siempre en El principito recordándonos a cada instante, con la profunda sabiduría de lo simple, que «lo esencial es invisible para los ojos».
La novela comienza con un aterrizaje forzoso en el desierto de Sahara, donde en la realidad había estado el autor en 1935, con su avión casi roto. esa circunstancia la volcó el autor al compaginar aquel hecho (ficcionado ahora) con la aparición de ese personaje que adquirió universalidad a partir de este relato: el principito, llamado así de manera arbitraria por el autor y venido de un planeta de características extravagantes.
El intercambio retórico entre el piloto y el principito es vigoroso y ambos van creciendo y enriqueciéndose conceptualmente a través de la obra; el primero, con la comprensión de la manera extraña con que los adultos miran la vida, y el segundo, en su descubrimiento filosófico de distintas maneras de ver y valorar la vida. Pero hay un momento de inflexión en el libro, en el capítulo 21, con la fantástica conversación entre el principito y el zorro: este le enseña que solo creando vínculos los seres humanos pueden ser importantes el uno para el otro y pueden constituirse en instrumentos mutuos de felicidad. El secreto revelado por el zorro al principito se convirtió en el alma del libro:
«sólo el corazón se puede ver bién; lo esencial es invisible a los ojos».
Todavía se discute obre si El principito es un libro infantil o no. Creo que es un libro polietietario, trasversal a todas las edades. Es un compendio de reflexiones adultas trancriptas en un lenguaje bondadosamente sencillo que se desliza en metáforas gráficas. Saint-Exupéry colaboró aún más para ello con sus ilustraciónes que «sonarán» a naif pero que son reveladoras de su intencionalidad.»
Bernardo Nery Farina