Descripción

Los recuerdos son como los gatos en los días de lluvia. Están escondidos en algún sitio. Aparecen no se sabe de donde.

Quien no ha disfrutado la compañía de ese animal misterioso y cautivador que es el gato, no puede penetrar los oscuros recintos que conducen a la claridad de los recuerdos.

Los recuerdos son gatos agazapados. Felinos que saltan sorpresivamente por la ventana para entrar o salir. No podes manejar los hilos de la memoria a tu antojo, tampoco podrás amaestrar un gato: el aprenderá solo aquellas lecciones que le haga mas placentera su propia vida. Cuando caes en la cuenta, el gato habrá vencido tu resistencia a dejarte dominar y estarás a su entero servicio, creyéndote su ama. En cambio tu gato no te abandonara si estas enferma, triste o sola. Sera tu alarma de incendio, terremotos o volcanes.