Descripción

Cuando los españoles llegaron a América, encontraron a sus habitantes originarios y dueños legítimos de cuanto había dentro y encima de la Tierra en pie de guerra. No fue, por eso un encuentro idílico de dos mundos.

La vigorosa poesía de «La sangre insurrecta» retrata la tensión de dos concepciones diferentes de enfrentar la vida. Si bien hace un recorrido por todo el continente americano, de norte a sur, hunde sus raices en la relación hispano-guaraní.

Por un lado, la espada y la cruz como signos visibles de poder y, por otro, la flecha encendida y el idioma guaraní como armas de resistencia, marcaron el vínculo forzoso entre las dos civilizaciones. La rebeldía, abierta o solapada, fue la actitud de los que agregaron a su idea tradicional del Yvy Marane´y el sueño de volver a ver un día de sus selvas, campos, poblados, ríos y humedales sin el asedio de los usurpadores de territorio.