Descripción
La cuestión que abordamos en este libro es un aspecto particular, es un viejo tema de reflexión entre los pedagogos y una aspiración permanente de los educadores inquietos: que la educación sea algo más que proporcionar conocimientos que sirvan para la vida, sino ir más allá: que la misma praxis sea parte de la vida. En otras palabras: que la escuela no esté escindida de la vida.
Más importante que aprender muchas cosas, es saber vivir en armonía con todas las dimensiones y polaridades de la existencia humana y de la realidad en la que se está inserto.
Todas las consideraciones precedentes reflejan sucintamente el horizonte utópico de aprender a vivir… y de que la escuela no sea ajena a este desafío.